jueves, 24 de junio de 2010

HOMENAJE A ROXANA NADAL




Su larga melena rubia, sus preciosos ojos azules, su tez blanca y su cuerpo era el de una bailarina joven.


Gracias a ella fui alumna becada de Los Talleres, sin su apoyo jamás hubiese podido pagar todas las clases que mi beca me permitía dar.










Roxana Nadal inició sus estudios de danza clásica y baile español en 1951, al lado de destacados maestros como Laura Urdapilleta, Eva Beltri, Ana del Castillo, Nina Shestakova, Sergio Unger, Oscar Tarriba, Fernando de Córdoba, Antonio de Marcela del Real, Cristóbal Reyes, Mario Maya, Carmen Cortés y Manolo Marín. Tomó además cursos de teatro con Abraham Oceransky y Tomás Egea.




Como bailarina formó parte del Ballet Concierto de México y del Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó innumerables presentaciones de baile español y flamenco en la ciudad de México, en teatros, óperas, tablaos, centros nocturnos, cine y televisión, además de efectuar diversas giras a la ex Unisn Soviética, Centro América y el interior de la República Mexicana.



Su labor docente se extendió al Taller Coreográfico de la UNAM, Taller de Expresión Corporal Infantil en el Museo del Chopo, Escuela de Emma Pulido y Centro Cultural Los Talleres, entre otros. En 1988 formó el grupo de danza Andares… Por el Flamenco; en 1995 recibió la medalla Una vida en la danza del Instituto Nacional de Bellas Artes; y en 1999 intervino en el ciclo flamenco celebrado en el Teatro de la Danza, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Centro Cultural Los Talleres.


Aunque Roxana Nadal ya no está entre nosotros, el flamenco de México guarda para ella y su talento un fervoroso recuerdo. 




Fuente de información: Triana









Creo que tu me entenderás porque has pasado por esas depresiones que a pesar de hacer factores que las justifican, sabes que en el fondo hay algo más y no lo comprendes del todo y eso que tú ya has viajado mucho sola y desde muy joven. Siempre te pongo de ejemplo por tu valor y coraje al irte y hacer sola sin ayuda de nadie todo lo que has hecho, pero no sabía hasta ahora lo difícil que es. Pensaba mucho en ti cuando me sentía desalentada, porque yo finalmente solo tenía que tomar el avión y regresar , pero tu tienes que pensarlo mucho más, no es tan fácil. Créeme porque te lo digo con toda sinceridad, hoy te admiro mucho más que antes.