miércoles, 19 de agosto de 2009

ORIGENES DE LA "FERIA DE ABRIL"

Los origenes de la Feria de Abril se encuentran en el 25 de agosto de 1846 cuando Narciso Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra (vasco) redactaron una propuesta que llevaron al Cabildo Municipal pidiendo que le autorizaran durante los días 19, 20 y 21 de abril para celebrar una feria anual, permiso que les fue concedido después de unos "tiras y aflojas" con el alcalde Conde de Montelirio, que pensaba que ya existían otras dos ferias muy próximas, la ganadera de Mairena del Alcor (cuya Feria es la más antigua de Andalucía, desde 1441, y primera en celebrarse, una semana antes que la de Sevilla), que velarían el éxito que prometían los dos organizadores. En marzo de 1847, la reina Isabel II concedió a Sevilla el privilegio de feria, celebrándose un mes más tarde la primera de la ciudad con la duración de los tres días expresados. La reina no visitó la feria hasta pasados unos años, en 1877, siendo su acompañante el alcalde Ybarra. El Cabildo Municipal vio que la idea del vasco y el catalán era buena y además estaba secundada por numerosos ganaderos y agricultores.

Ahí es cuando comienza la primera Feria de Abril sevillana.

A partir de la década de 1920 la feria se empieza a parecer a lo que es ahora, una ciudad artificial y efímera de sólo unos días de duración donde se instalan casetas para el regocijo de los visitantes foráneos y autóctonos, vendedores, juerguistas, curiosos, artistas y famosos.El punto de partida de la fiesta se inicia en primer lugar con la noche del pescaíto, cena previa al alumbrado o alumbrao cuyo plato principal es pescado frito acompañado del característico vino fino o la manzanilla. Después se prepara todo para el alumbrao, esto es el encendido de las miles de bombillas de la portada y calles del recinto. Se realiza cada martes oficialmente a la 0 hora en punto En los primeros tiempos de la feria al estar relacionada con la venta de ganado lo que se calificaba de caseta era el equivalente a un establo, en la correspondiente al año 1849 el Ayuntamiento montó la primera caseta que se puede decir, "de verdad", su estilo era el de una tienda de campaña, con la intención de vigilar y mantener el orden público, cambiando al poco tiempo debido al ambiente festivo que allí existía. Un año después se colocaron otras casetas con diversos elementos de ocio, alimenticios y otras utilidades.


Las sevillanas (cante y baile)El cante y baile típico de la Feria de Sevilla, aunque como su nombre indica, de Sevilla en general. Su origen se encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron, añadiéndose el baile en el siglo XVIIIhasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente. El "traje de feria" Consiste en el traje típico de la ciudad, su antigüedad se remonta a los primeros tiempos de la feria, donde acudían las mujeres de los tratantes o comerciantes, muchas de la etnia gitana y también campesinas, vestían cómodas batas de faena, a las que se les añadía dos o tres volantes que con el transcurrir de los tiempos se fueron convirtiendo en moda, además de ser una prenda cómoda de llevar, realzaba el cuerpo femenino dándole un toque de sensualidad que no conseguían con otras ropas.



Al ser la mayoría de las casetas privadas, es aconsejable venir a la Feria con los sevillanos, que nos acompañarán en su ruta habitual por casetas de conocidos y amigos. En la Feria se diferencia el día y la noche. Destaca durante el día el Paseo de caballos, y por la noche, el flamenco y las copas hasta altas horas de la madrugada. El coche de caballos, compañero inseparable del hombre desde el siglo XIV antes de Cristo, pasó a ser una reliquia del pasado cuando aparecieron los vehículos a motor.Pese a ello, las calles del Real de la Feria de Sevilla se resisten a que el progreso cambie su fisonomía.

Así, si en los primeros años los tratantes de ganado se trasladaban a Sevilla en sus calesas y jardineras para negociar la compra y venta de las cabezas de ganado, hoy la Feria es un espacio donde se dan cita, año tras año, los carruajes más bellos de España, los mejores cocheros y los más espléndidos caballos. Tampoco se entiende la Feria sin los caballistas ataviados con traje corto y sombrero de ala ancha.Es el paseo de caballos.



















































































































































































































































































































































































































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